Marc BURLEIGH | AFP.-
Costa Rica dijo que no es un «puente abierto» hacia Estados Unidos para los migrantes cubanos, tras lograr un acuerdo para que miles de ellos, que están varados en su territorio, puedan seguir viaje a Estados Unidos a través de países vecinos.
Apoyar a los cubanos que desde noviembre están varados en Costa Rica «no significa (…) que hemos abierto las puertas a todos en su tránsito hacia Estados Unidos y que vamos a ser un puente abierto para que viajen» a ese país, dijo este martes a periodistas el canciller costarricense Manuel González.
«No tenemos los recursos» para recibir más migrantes cubanos, añadió. El mensaje para los isleños que desean llegar a Estados Unidos es «dejar de venir a Costa Rica», afirmó.
Las palabras de González se producen tras el anuncio de un acuerdo de un plan piloto para trasladar vía aérea a algunos de los miles de cubanos -entre 5.000 y 7.000- varados en Costa Rica hacia El Salvador, donde tomarán un autobús a Guatemala, para luego pasar a México y Estados Unidos, su destino final.
El acuerdo se produjo después de que los otros países de Centroamérica hicieran oídos sordos durante semanas a los pedidos de Costa Rica para que dejaran pasar a los cubanos en su ruta hacia Estados Unidos.
Discreción
Los otros países involucrados han permanecido herméticos sobre el acuerdo y González argumentó que ellos deseaban «discreción».
El canciller costarricense dio las declaraciones en la ciudad de Liberia (norte), cerca de la frontera con Nicaragua, después de que el presidente Luis Guillermo Solís se reuniera con el embajador de Estados Unidos, Fitzgerald Haney, y la congresista estadounidense Kay Granger.
Los funcionarios estadounidenses declinaron dar declaraciones a la AFP.
Se espera que el primer grupo de cubanos parta del aeropuerto de Liberia en algún momento de la semana próxima.
González indicó que la logística de este plan piloto aún se está trabajando, y que aún no se ha definido la cantidad de cubanos que viajarán en el primer grupo.
«Serían 50, 100, 200, depende del tamaño del avión», indicó el canciller, quien agregó que se dará prioridad a los «grupos familiares».
El responsable destacó que es una temporada de mucho turismo en América Central por lo que la disponibilidad de pasajes es menor, al tiempo que precisó que los cubanos costearán su propio traslado.
Un difícil acuerdo
Los migrantes cubanos se quedaron varados en Costa Rica cuando Nicaragua les negó ingresar a su territorio a mediados de noviembre.
Después de un mes de infructuosas gestiones diplomáticas con los otros miembros del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) para que los dejaran pasar, Costa Rica se retiró en protesta de los órganos políticos del grupo.
Asimismo, anunció que desde el 18 de diciembre dejaba de otorgar visas de tránsito a los cubanos que llegaran a su territorio y los deportaría a su país. Al menos 56 cubanos están en proceso de ser enviados a casa.
El lunes, en una reunión entre algunos países centroamericanos, México y la Organización Internacional de la Migración, se logró el acuerdo para empezar el traslado de los cubanos.
El encuentro tuvo lugar luego de que el domingo el papa Francisco hiciera un llamado a Centroamérica a poner fin al «drama humanitario» de los cubanos.
Este año, el número de cubanos que busca llegar a Estados Unidos pegó un salto, tras el acercamiento entre La Habana y Washington luego de más de medio siglo de enemistad.
Muchos cubanos temen que la reanudación de relaciones entre ambos países ponga fin a la política de Estados Unidos de acoger a todo cubano que ponga un pie en su territorio, denominada «pies secos, pies mojados».