Por Barbara Goldberg y Nathan Layne | Reuters.-
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo el jueves que un análisis a 3.000 personas mostró que casi el 14% presentó anticuerpos para el nuevo coronavirus, lo que sugiere que 2,7 millones de residentes de todo el estado podrían haber sido infectados.
Cuomo destacó que el estudio es preliminar y que tiene limitaciones, incluida la posibilidad de que tanto Nueva York como California, podrían descubrir que el coronavirus estuvo circulando y causando la muerte de pacientes antes de lo que se sabía anteriormente.
También dijo que el estudio se dirigió a personas que salieron de compras, lo que significa que es más probable que hayan sido infectadas que las personas que se aislaron en sus hogares.
Aun así, Cuomo dijo que los datos preliminares aumentan el conocimiento que tienen las autoridades del estado sobre el virus y, al menos inicialmente, señalan una tasa de mortalidad de aproximadamente el 0,5% de los casos confirmados, la cual es mucho más baja de lo que algunos expertos temían.
Durante la semana pasada, Cuomo estuvo cada vez más centrado en la importancia de aumentar las pruebas, a medida que la tasa de hospitalizaciones, de personas que necesitan respiración asistida y otras métricas continúan mejorando, en una señal de que el estado estadounidense más afectado por la pandemia probablemente ya superó lo peor.
Cuomo dijo en una rueda de prensa diaria que las hospitalizaciones disminuyeron en más de 500 pacientes el miércoles, el décimo día consecutivo de declive. Informó además de 438 muertes más relacionadas con el coronavirus, menos que las 474 del día anterior y la cifra más baja desde el 1 de abril.
El político demócrata pidió un enfoque bipartidista para combatir el virus, que ha infectado a más de 845.000 estadounidenses y ha provocado casi 48.000 muertes en el país, según el recuento de Reuters.
Sin embargo, criticó al líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, por comentarios hechos el miércoles que sugirieron que los estados podrían declararse en bancarrota para lidiar con pérdidas económicas derivadas del brote.
Cuomo, quien ha estimado que su estado enfrenta un déficit presupuestario de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares, calificó la idea de McConnell como «uno de los planes más tontos de todos los tiempos».