Por Denith García, Gerente de Ventas Internas para Latinoamérica en Axis Communications | Ciudad de México.-
La videovigilancia ha evolucionado significativamente con la integración de la inteligencia artificial, transformándose en una herramienta proactiva y predictiva en el ámbito de la seguridad. Según el estudio «Análisis del tamaño y la participación del mercado de la IA en la videovigilancia: tendencias de crecimiento y previsiones (2025-2030)», se estima que el tamaño del mercado de IA en videovigilancia será de USD 5.98 mil millones en 2025 y se espera que alcance los USD 11.76 mil millones para 2030.
La combinación de IA y los dispositivos de seguridad permite un análisis avanzado de distintos escenarios en tiempo real, reduciendo falsas alarmas y mejorando la detección de eventos relevantes. Sin embargo, la implementación de estas tecnologías enfrenta diversos retos, desde la privacidad y ciberseguridad hasta la escalabilidad y el costo.
Reducción de falsas alarmas
Uno de los principales desafíos de la videovigilancia con IA es la reducción de falsas alarmas. Los sistemas de seguridad tradicionales generaban múltiples alertas innecesarias debido a factores ambientales como el movimiento de plantas, animales o condiciones climáticas adversas. La IA ha permitido mejorar la precisión del análisis mediante el uso de algoritmos avanzados de reconocimiento facial, análisis de comportamiento y clasificación de objetos. Además, la incorporación de cámaras térmicas y sensores de radar ha optimizado la detección en entornos con poca visibilidad o condiciones meteorológicas extremas, aumentando la eficacia de los sistemas de seguridad.
Cumplimiento normativo
Otro reto importante es la privacidad y el cumplimiento normativo. La capacidad de los sistemas de videovigilancia con IA para identificar y rastrear personas ha generado preocupaciones legales y éticas. Normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa y leyes similares en otras regiones exigen que las empresas adopten medidas para garantizar la privacidad de los datos. La implementación de técnicas como el anonimato de imágenes y el cifrado de datos es fundamental para equilibrar la seguridad con la protección de los derechos individuales. Asimismo, el desarrollo de soluciones que permitan a los usuarios controlar el acceso a su información es una tendencia creciente en la industria.
La ciberseguridad
La ciberseguridad es otro aspecto crítico en la videovigilancia con IA. Los sistemas conectados a redes pueden ser vulnerables a ataques informáticos, lo que pone en riesgo la integridad de los datos y la seguridad de las instalaciones. Para mitigar estos riesgos, es esencial implementar protocolos de seguridad avanzados, como la autenticación multifactor, la encriptación de extremo a extremo y actualizaciones regulares de software. Además, la adopción de sistemas de borde que procesan datos en el dispositivo reduce la exposición a amenazas externas y mejora la velocidad de respuesta.
Implementación y escalabilidad
Finalmente, el costo de implementación y la escalabilidad representan barreras para múltiples usuarios finales. Si bien las soluciones de videovigilancia con IA han demostrado ser altamente efectivas, su adopción sigue siendo limitada debido a una percepción errónea de los altos costos de adquisición e infraestructura. No obstante, los avances en hardware y software están permitiendo el desarrollo de soluciones más accesibles y modulares, que pueden integrarse de manera progresiva según las necesidades y el presupuesto de cada organización. La optimización del retorno de inversión (ROI) mediante sistemas que no solo detectan amenazas, sino que también generan respuestas automatizadas, es clave para la inversión en videovigilancia con IA.
Es así que la integración de la inteligencia artificial en la videovigilancia ha revolucionado el sector de la seguridad, ofreciendo soluciones más eficientes y precisas. Sin embargo, es fundamental abordar los desafíos relacionados con la privacidad, la ciberseguridad, la reducción de falsas alarmas y la escalabilidad para garantizar un uso responsable y efectivo de esta tecnología. A medida que la IA continúe evolucionando, se espera que los sistemas de videovigilancia sean cada vez más inteligentes, autónomos y accesibles, consolidándose como una herramienta clave para la seguridad en entornos urbanos, industriales y comerciales.